martes, abril 12, 2011

Le monde

Si pudiese cantar, reír o soñar lo que el mundo me sugiere:
 ¿sería cadencioso el estribillo?, ¿la risa, se tornaría llanto?, ¿lúcido sería lo onírico?...
Indefectiblemente, no habría música, ni aflautadas risas; y ni tan siquiera, soñar podría.